Esta variedad era aprovechada por antiguos peruanos, pero hoy su uso es solo artesanal. Investigadores intentan mejorar su calidad.

 

La firma Nike habría mostrado interés en el algodón nativo. (Difusión)

El algodón nativo de color se podría llegar a constituir como la materia prima de prendas exclusivas, si resultan favorables los experimentos que están realizando investigadores de la facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima.

El objetivo de esta investigación es, en principio, apoyar a las artesanas de la localidad de Mórrope en Lambayeque que, a partir de esta materia vegetal, elaboran carteras y monederos, entre otros artículos pequeños, aunque con una tela de textura tosca.

Según explica el profesor Rómulo Cancio, el atractivo del algodón nativo es precisamente su color, pero su fibra es muy gruesa y corta, lo que dificulta su conversión a hilados para su posterior uso en la fabricación de prendas.

El especialista señala que en Mórrope se obtienen básicamente tres tonalidades de marrón y una de verde. Además, indica que en la selva también se han encontrado tonos azulados y en el sur, variedades amarillas.

Refirió que en una primera etapa se está buscando incrementar la producción del algodón nativo, brindando asistencia técnica a los artesanos de Mórrope, con la introducción de máquinas sencillas para el cardado, actividad que antes se hacía a mano.

INDUSTRIALIZACIÓN. A la par, con la colaboración de la Universidad Agraria y del Instituto Peruano del Algodón se está investigando las opciones para mejorar genéticamente la semilla y propiciar que tenga una fibra más larga.

Asimismo, Cancio revela que en una fábrica en Chincha se han empezado a realizar pruebas combinando la variedad blanca Tangüis (80%) con la nativa (20%), que han dado como resultado un hilado con una fibra más larga y de mayor resistencia, pero con un tono de color rebajado. “Queremos obtener hilos más finos”, refiere.

Los experimentos recién están empezando y apuntan a industrializar esta variedad muy difícil de encontrar en todo el mundo. El producto resultante tendría un gran valor agregado, más aun si se combina con algodones orgánicos (cultivados sin químicos).

De otro lado, en Piura ya se están empezando a obtener resultados en el desarrollo del algodón Vicús, una opción mejorada del Pima, que es ampliamente demandada por su finura y el tamaño de su fibra.